El hermoso poema “La Niña de
Guatemala” de José Martí, despierta sentimientos encontrados, ya que es una
historia muy conmovedora en la cual el escritor muy fiel, muy entregado da a
conocer el dolor, la realidad y la nostalgia. Mas allá de todo esto no la
considera capaz de amar realmente. Lo que se opone en este poema es amor
divinizado, idealizado, un amor real.
El amor que no pudo darle en
vida, sin embargo es uno de los personajes femeninos que parecen mas intrigantes
de todas las épocas de nuestro país. Pero ¿como pueden haber mas personajes de
este tipo?, si cada vez empeora la violencia muchas muertes ocasionadas pero no
precisamente por amor.

Entrañas desgarradas sin control,
mucho menos compasión; aun sin razón de comprender como puede haber tanta
maldad contra pequeñas almas inocentes. Cada día empeora mas, pero sin embargo
aun seguimos luchando por los que están aquí.
Y en la búsqueda de aquellos
que hicieron sufrir a esos pequeñitos, queriendo hacerles saber que no nos
cansaremos de buscar y hacerlos pagar por tanta crueldad.
Esta es una realidad, no una
ficción se vive día con día y ya no podemos soportarlo; como pueden
arrebatarles su mejor momento, la mejor etapa de sus vidas, la niñez ¿es acaso
que ellos no la tuvieron?.
Nadie nunca lo entenderá como
estos angelitos pudieron ser arrebatados, tal vez son almas muy puras y debían
regresar pronto al paraíso.
Los problemas de falta de
seguridad y robos de todo tipo no se solucionan, ni se solucionaran
encarcelando o privando de su libertad a los niños, niñas y adolescentes.
Elisa Chen
1013134
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