jueves, 25 de abril de 2013



El Justiciero Impune
          
               Actualmente podemos observar como mucha gente se cree con la autoridad de hacer justicia por mano propia, en realidad creemos que hacemos bien las cosas y que tenemos derecho a juzgar a todos por lo que hacen o como son, y somos capaces de hablar mal de una persona sin haber tratado con ella o sin conocerla lo suficiente y creemos que podemos hacerle lo que queramos.

            Es impactante que muchos observan a los criminales robar, asesinar, violar y nadie intenta detenerlos, o escuchan lo que ocurre a su alrededor y no hacen nada por socorrer al vecino que está en peligro, debido a que creemos siempre que matan a alguien es porque anda haciendo cosas malas y pensamos que tratando a una persona de la forma en que esta actúa con otras es lo mejor.

            Muchas veces por nuestras cabezas pasa la idea de “son ladrones está bueno que los linchen” o “son delincuentes está bueno que les pase”, pero ¿Estamos haciendo algo para cambiar nuestra sociedad? Lamentablemente no, solo estamos empeorando la situación y esto no nos beneficia en nada, porque nos estamos convirtiendo en justicieros de una forma errada.

            Según el psicoanálisis los asesinos en serie, responden a las pulsiones de muerte, debido a que son personas agresivas y les gusta destruir y matar sin control, en este caso el asesino se basaba en los siete pecados capitales para asesinar los cuales también son muerte y destrucción para quienes actúan de acuerdo a la avaricia, lujuria, gula, envidia, ira, pereza y la soberbia.

            Nosotros no asesinamos, pero lo mismo condenamos la forma de ser de una persona sin saber porque es así, ni porque actúa de determinada manera, muchas veces los asesinos justifican sus actos en lo que le hizo tal persona o lo que le debe otra pero en realidad sea lo que sea un asesinato no tiene que justificarse, ya que no somos Dios para quitarle la vida a otro ser humano.

            Muchas veces queremos que todos los asesinos, violadores, ladrones o cualquier otro delincuente desapareciera, pero muchas veces con solo pensar en esto nos estamos convirtiendo en asesinos y nuestra justificación es que se lo merecen, y muchos otros si asesinan a cualquier porque son ladrones y solo porque se les da la gana pero en realidad es un crimen que queda impune.

            A pesar de que se elimine a un problema para la sociedad, estamos contribuyendo a que la violencia y la impunidad sigan reinando en el país y lo que menos necesitamos es más terror y como bien se sabe muchos ciudadanos guatemaltecos pecan de soberbia al pensar que pueden pasarse encima del otro e incluso pisotear a la ley, situación que se está saliendo de control.

            Solo actuamos al “ojo por ojo, diente por diente” sin siquiera pararnos a pensar que lo que estamos haciendo es  bueno o malo y creer que podemos quitarle la vida a otro ser humano a manera de creernos “Dios”, solo porque actuó de esta manera nos convierte en justicieros impunes y en fugitivos, pensamos que no es un crimen y aunque lo cometamos, nos hacemos los locos nada más.

Andrea Vargas
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